sábado, 21 de mayo de 2011

Conversando con Marucha

Hoy quedé en encontrarme con Marucha, decidimos tomar un tecito en Bonafide, nuestro lugar preferido. Como si fuéramos inglesas nos citamos a las cinco de la tarde en la mesa de siempre.
    Marucha tiene unos años menos que yo, pero parecemos las dos de la misma edad…. Ella es admiradora de Macri y siempre dice que a Mercedes le falta un intendente como Patti. Con ella siempre hablamos de política, aunque estamos en las antípodas.
   -Qué lindo que son esos chicos de La Cámpora, Tere, ¿los vistes?
   -Si, mi nieto me mostró fotos, jovencitos, rubiecitos… si una tuviera unos años menos…
    -Ahora, Tere –me dijo cortando un pedazo de selva negra, que se veía riquísima -¿Sabés por qué Cristina está con Juani?
   -Lo leí en el diario, por algo de una foto ¿no?
   -No querida, te hacía más avispada…
   -Bueno, si sos tan perspicaz explicámelo vos.
   -Es un hijo, más querida, un hijo más de la familia…
   -¿Juani?
   -No, nena, el hermano… el que está en Buenos Aires.
   -Pero eso en que influye.
   -Y, vieron la oportunidad querida Teresa… el muchacho no se dejó estar…
   -Ay Marucha, Marucha siempre tan malpensada
   -Pero si dicen que ella dio orden que si llama él, esté haciendo lo que esté haciendo, le tienen que pasar la llamada.
  -¿Seguro?
  -Y yo, qué querés que te diga, para mi es el novio de la Florencia
  -¿Y eso es bueno o es malo?
   -Es que estos muchachos son como una logia, querida… yo ya estoy cansada de tanto zurdito…
   -Bueno, no hay que usar esos términos, muchos de los amigos de mi nieto son muy buenos chicos, muy inteligentes, parecés Mirtha hablando así.
   -Qué sé yo, ver a tanta gente de apellido, gente como lo es uno, con buenos valores, buena procedencia haciéndose los che güevaras, da miedo.
   Quise tomar un respiro y me levanté a buscar una revista Gente, me encanta mirar las fotos. No me gusta cuando Maru se pone tonta y dice estupideces así que traté de sacarla de tema mostrándole las fotos de Juanita Viale y Lousteau. Marucha apenas asintió y aprovechó a terminar su selva negra.  
  -¿Sabés una cosa Teresa? –me soltó de golpe mientras se limpiaba la comisura de los labios con la servilleta.
   -Decime, nena…
   -¿Vos leíste Diario de la guerra del cerdo?
   -¿De Cortázar, no?
   -No querida, yo de ese comunista no te leo ni los cronopios esos, de Bioy Casares…
   -Si, recuerdo la película, es la que los jóvenes salían a matar a los ancianos…
   -¿No te dice nada eso?
   -¡¿No es un poco exagerado Marucha?!
   -No creas Teresa…yo antes que estos zurditos prolijitos prefiero a los zurditos que están ahora, qué querés que te diga…
  

lunes, 16 de mayo de 2011

Eso de cambiar...

    Tenía el pelo a la miseria así que llamé a Vivi, mi peluquera preferida y le pedí un turno, me lo dio para hoy mismo a las tres de la tarde, recién vengo de ahí y no pude ocultar la tentación de contar el diálogo entre Vivi y una clienta, creo que se llamaba Angela o Yolanda, no recuerdo, tendría unos cincuenta años y se ve que estaba con Carlitos. Yo esperaba detrás de un biombo que Vivi puso para que uno pueda esperar sin molestar a quien está atendiendo.
  Vivi, de todos modos, tiene una habilidad tremenda para hacer hablar a la gente, y entre tijeretazo y peinada oí el siguiente diálogo.
   -¿Viste cómo aparece este muchacho en el diario? –dijo la mujer.
   -¿Qué muchacho? –preguntó Vivi, la peluquera.
   -Este muchacho, no me acuerdo el nombre… Ustoz… Urroz… algo así… el lunes, en cada semanario, había cinco fotos de él, ¡Cinco fotos!, cinco fotos en uno y cinco fotos en el otro, parecía un álbum de casamiento…
   -Ah, sí, lo vi… ¿Pero quién es ese pibe? Parece tan jovencito…-dijo Vivi
   -Mirá, por lo que sé, salió de la nada, mi sobrino me contó que tiene un hermano que está al ladito de la Cristina, dicen que va a ser ministro… tiene tanto poder que ahora nombró a este muchacho capo de la Ansés.
   -¿Pero Carlitos no estaba con Cristina?
   -Si, hasta antes de morir Néstor estaba con él, pero parece, según me dijo mi sobrino que conoce a uno del municipio que el hermano de este muchacho convenció a la presidenta de que Carlitos estaba con Duhalde…
   -¿Pero eso es verdad?                  
   -Mi sobrino dice que no… pero de todos modos ¿Néstor no estuvo con Duhalde?
   -Tenés razón… tenés razón… pero, viste cómo es, esto de la política es tan sucia…
   -¿Querés que te corte un poco el flequillo? –preguntó Vivi. Luego hubo un silencio, dónde sólo se escuchaba el ruido de la tijera.
   -Y escuchame una cosita –se escuchó la voz de Vivi -¿Si Carlos está con Cristina y el muchacho está con Cristina, por qué le hace la contra?
   -Según mi sobrino los que los siguen al muchacho dicen que Carlitos no estuvo con Néstor cómo hay que estar, que cuando fue el despiole del campo Carlitos no apoyó a la presidenta cómo tandría que haberlo hecho, pero mi sobrino dice que nada qué ver, que se reunió con los del campo pero les dijo que no podía hacer nada porque el estaba con el gobierno…
   -Bueno, la otra vez, escuché que Victor Hugo, el de la radio, tampoco apoyó al campo, hasta lo echaron de canal 7 y sin embargo ahora tiene buena relación con el Gobierno, lo apoya en casi todo…
   -Si pero estos muchachos están envalentonados y quieren llegar a la  municipalidad… dicen que van a cambiar todo…
   -¿Y qué van a cambiar?
   -No sé…
   -¿Qué pensás?
   -Qué sé yo, en eso de cambiar… me da cosa… me da un poquito de…
   -¿… de miedo? –dijo Vivi preguntando.
   - y sí, para qué te voy a mentir.