Teoria matemática en la política mercedina

   Domingo a la noche, me encantan los domingos a la noche, sino fuera porque a mi nieto se le da por escuchar música a todo volumen en el living de mi propia casa y yo no puedo ver 678 tranquila. Aunque me encierre en la pieza el ruido a lata me lastima los oidos. Sin mucha convicción se me ocurrió utilizar una estrategia para que mi nieto deje de escuchar rock a esta hora. Me acerqué hasta el living y le pedí que bajara un poco el volumen.

   -¿Qué estás escuchando, nene? –le pregunté luego de que accionara el control remoto del equipo musical sin moverse del sofá en donde se encontraba desparramado hasta casi fusionarse con los almohadones.

   -Las pastillas del abuelo.

   -¿Las qué?

   -Las pastillas del abuelo.

   -¡Ay nene, vos no podés escuchar eso!

   -¿Qué querés que escuche, Palito Ortega?

   -Y… más afinado es seguro, ¿Cómo dijiste que se llama?

   -Las pastillas del abuelo, ya te dije abuela.

   -¿Pero vos no estás en la Cámpora?

   -¿Y eso qué tiene que ver?

   -Y… vos tenés que escuchar Las pastillas del nieto, en todo caso.

   -Dejate de hinchar…

   -Unas DRF en todo caso.

   -Abuelaaaaaa… no me rompas…

   -¿Y por qué estás acá con esa cara de deprimido?

   -Y qué querés, nos traicionaron.

   -¿Por?

   -Y todo un año diciéndonos que Carlitos está con Daniel que es de derecha y ahora parece que tenemos que trabajar para él.

   -¿Para Carlitos?

   -¡No, abuela, no entendés nada! Para Daniel.

   -Ay, nene, me das tanta ternura… ¿no te das cuenta que la política es así?

   -Pero en las clases de Camporología nos decían que si A es igual a B, y B es igual a C, A es igual a C

   -¿Y eso qué significa?

   -Que si Eduardo es igual a Daniel, y Daniel es igual a Carlitos, Carlitos es igual a Eduardo.

   -¿Quién es Eduardo? ¿El marido de la Chiche?

   -Si abuela…

   -Y la Chiche de Eduardo, ¿no es lo mismo que el Chiche que está con usted?

   -Por qué no te dejás de joder, abuela…

   Fastidioso comenzó a ponerse la campera, es increíble lo grande que se está poniendo el muchacho, me hubiese gustado seguir conversando con él, pero pobre, lo veía tan compungido…

   -¿Y adonde vas ahora?

   -Vamos a pegar afiches con los chicos…

   -Ah, pero si te molesta ¿para que vas a seguir yendo?

   -Por ellas, abuela…

   -¿Quiénes son ellas?

   -Las minitas abuela, en La Cámpora están todas buenas…